Abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes: hablar, contener y acompañar, denunciar

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Una niña o un niño tristes, despojados de su alegría, sin sonrisa, con sus derechos fundamentales vulnerados, víctimas del maltrato, del abuso de adultos que tienen como objetivo satisfacerse sexualmente con seres que lo que más necesitan es el cuidado, amor y protección por parte de ellos; sin rodeos, de eso de trata el abuso sexual infantil.

Pero también puede ocurrir que el agresor sea un niño o niña mayor que la víctima, o un adolescente. Estudios recientes señalan un dato preocupante: entre el 20 y el 40% de los abusos sexuales son cometidos por niños mayores, adolescentes y personas con menos de 21 años. Así lo señala el informe de UNICEF, publicado en el 2016 y revisado en el 2017, titulado “Abuso sexual contra niño, niñas y adolescentes. Una guía para tomar acciones y para proteger sus derechos”, de noviembre de 2016, revisado y actualizado en el 2017.

Asimismo, sobre este punto, el documento expresa: “A la luz de estas cifras cobran importancia los programas de detección temprana y tratamiento dirigidos tanto a las víctimas como así también a aquellos niños que en la infancia presentan una conducta sexual problemática. Sin tratamiento, existen riesgos de que los últimos puedan llegar a ser agresores sexuales en su vida adulta”.

El abuso sexual infantil daña el derecho a la integridad, la intimidad, la privacidad y, principalmente, vulnera el derecho a no ser expuesto a ningún tipo de violencia, abuso, explotación o malos tratos, de los niños, niñas y adolescentes.  Estos derechos se encuentran protegidos a nivel internacional por la Convención sobre los Derechos del Niño. A nivel nacional y provincial, en diversas normas, entre las que se destaca la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes. El abuso sexual es una forma de violencia previsto en el Código Civil y Comercial de la Nación, que en su artículo 647 prohíbe específicamente cualquier tipo de malos tratos o hechos que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a las niñas, niños y adolescente, por parte de quien tenga a su cargo la responsabilidad parental.

En la Argentina, no hay cifras oficiales sobre la cantidad de niñas y niños abusados sexualmente, pero a nivel mundial, de acuerdo a un informe de septiembre de 2016 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 varones han declarado haber sufrido abusos sexuales durante su infancia.

Cualquier niña, niño y adolescente puede ser víctima de abuso sexual, independientemente de su edad, género, etnia y nivel sociocultural, a pesar de que muchas veces se cree que los chicos y chicas de menores recursos económicos son los principalmente vulnerados en ese sentido.

Poder decirlo

Hoy, en nuestro país, el abuso sexual contra niñas y niños está en la agenda pública y eso es muy importante. A partir de la propuesta #MiraComoNosPonemos del Colectivo Actrices Argentinas que acompañaron a Thelma Fardín a hacer pública su denuncia de abuso sexual, luego de radicarla en la Justicia, distintos relatos se dieron a conocer nivel masivo, muchos de ellos circularon y circulan por redes sociales, mostrando claramente las falencias de una sociedad violenta, machista, que agrede y vulnera los derechos fundamentales de sus hijas e hijos. Cabe aclarar que el mayor porcentaje de víctimas son mujeres, pero también hay muchos casos de niños.

Como manifiesta la organización Aldeas infantiles SOS Argentina en su último comunicado, hablar es un primer paso, pero luego es necesario proceder a la denuncia.

Hablar es importante pero no por el detalle de cómo y cuándo sucedió sino porque las víctimas de abuso sexual se encuentran siempre en una situación de sometimiento que al poner en palabras puede comenzar a desarmarse (…. )Lo fundamental es habilitar la palabra, hacerles saber que cuentan con nuestro apoyo, que siempre les creeremos y que no pondremos en duda su sufrimiento. Lo más importante es escuchar, contener y convertirse en el soporte emocional que permita poner en marcha el andamiaje jurídico e institucional que corresponde[i]”.

¿En qué casos existe un abuso sexual infantil?

El abuso sexual ocurre cuando un niño es utilizado para la estimulación sexual de su agresor (un adulto conocido o desconocido, un pariente u otro niña, niño o adolescentes: NNyA) o la gratificación de un observador. Implica toda interacción sexual en la que el consentimiento no existe o no puede ser dado, independientemente de si el niño entiende la naturaleza sexual de la actividad e incluso cuando no muestre signos de rechazo. El contacto sexual entre un adolescente y un niño o una niña más pequeños también puede ser abusivo si hay una significativa disparidad en la edad, el desarrollo, el tamaño o si existe un aprovechamiento intencionado de esas diferencias. La interacción abusiva, que puede ocurrir con o sin contacto sexual, incluye:

  • Los manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales.
  • El coito interfemoral (entre los muslos).
  • La penetración sexual o su intento, por vía vaginal, anal y bucal aún cuando se introduzcan objetos.
  • El exhibicionismo y el voyeurismo.
  • Actitudes intrusivas sexualizadas, como efectuar comentarios lascivos e indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los NNyA.
  • La exhibición de pornografía. En ocasiones, disfrazada como “educación sexual”.
  • Instar a que los NNyA tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales. S Contactar a un NNyA vía internet con propósitos sexuales (grooming).

 

Sobre los abusadores

En más del 80% de los casos de abuso sexual contra niños y niñas el abusador es un familiar o una persona del entorno cercano, un referente afectivo importante para el niño o niña, y para todo el grupo familiar.

Los abusadores no siempre utilizan la fuerza física. Por el contrario, suelen emplear como tácticas de persuasión y manipulación, juegos, engaños, amenazas y distintas formas de coerción para involucrar a los NNyA y mantener su silencio.

Cualquier persona puede ser un abusador. Es necesario desterrar el mito de que quien comete un acto de abuso sexual contra un niño, niña o adolescente tiene una estructura de personalidad anormal o pervertida. La realidad es que los agresores pueden ser tanto varones como mujeres, heterosexuales u homosexuales, neuróticos, psicóticos, perversos o seniles. No existe un perfil de personalidad específico ni tests que detecten o excluyan a quien agredió sexualmente a un niño. Los agresores son personas que se encuentran en nuestro entorno: padres, abuelos, tíos, vecinos, docentes, amigos. Circulan en la sociedad y pasan desapercibidos porque su conducta social (lo que se ve) no muestra su conducta sexual (aquello que no se ve).

¿Por qué los niñas, niños y adolescentes callan los abusos sexuales?

Son muchos los motivos que confluyen y hacen que los niñas, niños y adolescentes no revelen que han sido o están siendo sexualmente abusados.

  • El niño y su familia reciben amenazas de daño físico o de muerte.
  • Tienen miedo de las consecuencias que sus dichos puedan ocasionar en el agresor y su familia.
  • Callan por temor a ser acusados de complicidad y complacencia con el abuso sexual que padecieron.
  • Evitan ser estigmatizados y rechazados.
  • Sienten culpa, vergüenza y desvalimiento.
  • Muchas veces, al padecimiento sufrido se suma otro: carecen de interlocutores válidos dispuesto a creer en sus palabras.

Los NNyA víctimas de abuso sexual requieren de un entorno conformado por adultos que sean comprensivos y contenedores, que les brinden acceso a los servicios asistenciales y los protejan tanto de posibles represalias como del proceso de revictimización.

Dependen de los docentes, psicólogos, médicos, policías y operadores del sistema de protección integral y judiciales, que deben estar capacitados para ofrecer un abordaje apropiado al trauma que atraviesan.

 Medidas de prevención

A continuación, compartimos los consejos prácticos  de UNICEF, para alentar a los niños y las niñas a ser abiertamente comunicativos acerca de cuestiones sexuales.

  1. Enseñe a los niños y las niñas los nombres de las partes privadas del cuerpo.
  2. Enfatice que el agresor sexual puede ser tanto un familiar, como una persona conocida o desconocida.
  3. Hágales saber que tienen el derecho de decidir acerca de su propio cuerpo.
  4. Bríndeles seguridad en sí mismos. Anímelos a decir ¡NO! cuando no deseen ser tocados, aún en formas que no sean sexuales (rehusando cortésmente abrazos, por ejemplo).
  5. Deje en claro que desde los 3 años de edad ya no necesitan ayuda de otros, adultos o adolescentes, para ocuparse de sus partes íntimas. Promueva la autonomía del niño para ir al baño, vestirse y bañarse.
  6. Enseñe a los NNyA a cuidar sus propias partes íntimas para que no tengan que depender de otros.
  7. Enseñe la diferencia entre los buenos secretos (una fiesta sorpresa) y los malos secretos. ¿Qué es un mal secreto? Aquel que se supone que los niños deben guardar por siempre y esconde acciones que no están bien.
  8. ¡Confíe en sus instintos! Si no se siente cómodo a la hora de dejar a un niño con alguien, no lo haga. Y si tiene preocupaciones acerca de un posible abuso sexual, adopte una actitud de escucha compresiva y haga las preguntas adecuadas.

 

Para denuncias:

Según el artículo 9 de la Ley 26.061, cualquier persona que sospeche o tome conocimiento de malos tratos o situaciones que atenten contra la integridad psíquica, física, sexual o moral de un niño, niña o adolescente, lo mismo que cualquier otra violación a sus derechos tiene la obligación de comunicarlo al organismo de protección.

A nivel país

Asistencia y Derivación Línea 102: línea de atención a NNyA. Opera en 15 jurisdicciones del país. Línea 0800-222-1717: Programa Las Víctimas contra las Violencias. Ministerio de Justicia de la Nación.

Línea 137: Programa Las Víctimas contra las Violencias. Brigada de atención (CABA).

Línea 144: Violencia contra la Mujer. Consejo Nacional de la Mujer.

Centros de Acceso a la Justicia (CAJ). Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Denuncia Comisarías. Comisaría de la Mujer. Fiscalías penales o Unidades fiscales específicas para delitos contra la integridad sexual. Juzgados Penales y de Familia. Asesorías. Defensoría de Menores

En Córdoba

La Unidad Judicial especializada en Delitos contra la Integridad Sexual funciona en el Polo de la Mujer de la ciudad de Córdoba (Entre Ríos 680 – Bº Centro). No obstante, se puede denunciar en cualquier Unidad Judicial.

 

Referencia:

[i] Abuso sexual contra niñas y niños, hablar es el primer paso en: https://www.aldeasinfantiles.org.ar/comunidad/noticias/abuso-sexual-contra-ninos-y-ninas-(1)

 

 

Fuentes:  “Abuso sexual contra niño, niñas y adolescentes. Una guía para tomar acciones y para proteger sus derechos”, de noviembre de 2016, revisado y actualizado en el 2017, disponible en: https://www.unicef.org/argentina/sites/unicef.org.argentina/files/2018-04/proteccion-AbusoSexual_contra_NNyA-2016.pdf

Abuso sexual contra niñas y niños, hablar es el primer paso en: https://www.aldeasinfantiles.org.ar/comunidad/noticias/abuso-sexual-contra-ninos-y-ninas-(1)

 

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