¿Es recomendable que los chicos lean cuentos de terror?, ¿qué sabemos al respecto?Muchos padres o educadores responderían con un rotundo no a esta primera pregunta ¿Para qué inculcarles a los chicos temores, ideas macabras en la cabeza, situaciones que les costaría procesar?
Pero lo cierto es que los miedos existen mucho antes de que hablemos de ellos, aparecen en la cabeza de los chicos, y hacer de cuenta que esto no es así, sobre todo hablando de niños pequeños, no contribuye en nada.
Los adultos ignoramos los miedos que los niños tienen en muchas ocasiones. Algunos tienen miedo a la muerte, a los fantasmas, a los monstruos, etc., etc., y en un gran porcentaje, les cuesta confesar esos miedos.
Según especialistas, es recomendable que los chicos lean cuentos o historia de terror para de esa forma “ explorar y expresar sus emociones y aprender a vencer sus miedos o al menos saber controlarlos”.
En su libro “La bruja debe morir: el significado escondido de los cuentos de hadas” (The Witch Must Die: The Hidden Meaning Of Fairy Tales) del año 2000, el Profesor de psicología de la Universidad de Massachussets, Sheldon Cashdan, explica que los chicos, a través de historias como Cenicienta, Hansel y Gretel, la Sirenita, la Bella y la Bestia, Caperucita Roja, el Flautista de Hamelin, entienden sus propios conflictos psicológicos al proyectarlos sobre la lucha primordial del bien contra el mal que libran los personajes del cuento.
Según el portal Educo.org; los cuentos para chicos de terror, son “herramientas muy útiles para tratar el miedo, sugieren cómo pueden vencer el mal gracias a la astucia y la valentía. Enseñan también a distanciarse del miedo permitiéndoles razonar y comprender, de manera crítica, lo qué está sucediendo”.
Si bien “La bruja debe morir” es una obra sobre la psicología del cuento de hadas, y cómo influyen éstos en los niños para ayudarlos a superar los miedos y los conflictos en torno a la dicotomía del bien y del mal, de igual forma los cuentos de terror poseen esas estrategias para que los chicos puedan procesar los temores; eso sí, es importante seleccionar los cuentos según las edades y teniendo en cuenta cómo se resuelven los conflictos en cada historia.
Gilbert Keith Chesterton, escritor de cuentos policiales, conocido por la novela “ El hombre que fue jueves”, sostenía que “los cuentos para chicos, como los de hadas, no despertaban el miedo, sino que el miedo estaba allí desde siempre, y enseñaban una forma de manejarlo”.
Por otro lado, el escritor Pablo de Santis, nos dice al respecto, que Jorge Luis Borges, gran lector de Chesterton, pensaba más o menos lo mismo: ”No sentimos horror de la esfinge que soñamos, soñamos una esfinge, para expresar el horror que sentimos”.
Mecanismos de los cuentos de terror
De Santis indaga en uno de sus escritos académicos, sobre los mecanismos de los cuentos de terror, que desglosaré aquí, a los fines de poder comprenderlos con mayor profundidad, paso a paso.
El autor recuerda que Sigmund Freud se interesó al igual que Ernest Jentsch, sobre los mecanismos de los cuentos de terror, que exploró en su ensayo “Lo Siniestro”.
Mencionaré algunos, los más comunes, y daré algunos ejemplos de cuentos que se pueden encontrar en la Colección Macabros de la Editorial Uranito Libros, la cual presenta diversos y muy variados relatos de miedo para lectores a partir de los 9 años en adelante.
El espanto que acecha las cosas conocidas y familiares
Una de las claves del efecto siniestro en los cuentos se encuentra en el regreso de un elemento del pasado, que viene transformado sobre una forma nueva, y si es reprimida, mejor. Según Freud, “lo siniestro sería aquella suerte de espanto que acecha las cosas conocidas y familiares”
Por ejemplo, en “Departamento B”, del libro “ Monstruos cercanos y otras pesadillas”, autora Olga Appiani de Linares, el Señor Shyster, papá de un niño, Guille, llega de un viaje de Europa inesperadamente y muy cambiado. Una amiga de Guille cuenta como testigo de qué manera la madre y su amigo se convierten en vampiros, gracias a ese padre que regresó transformado.
Por otro lado, en “El cuarto de los espejos rotos”, de Fabián Sevilla, del libro de cuentos “Nunca vayas a Bahía Macabra y otros cuentos de terror”, una malvada madrastra decide hacerle la vida imposible a la única hija de su esposo, al mejor estilo Blancanieves, cegada por celos desmedidos. No obstante, a pesar de cometer un acto muy cruel, no consigue salirse con las suyas, y tanto padre como hija logran vivir felices, a salvo de su maldad.
Lo inanimado cobra vida
Otra de las claves del horror estaría en lo inanimado que cobra vida, como en el caso de los autómatas, muñecos de cera y otros objetos.
Aquí cabe mencionar a “Maniquíes”, de Olga Appiani de Linares; en esta historia, su protagonista, Tomás, un niño, descubre que Lilith, una mujer dueña de una tienda de ropa para chicos, crea maniquíes con niños vivos que se acercan a ella, sin que sus padres se den cuenta cómo desaparecen sus hijos. Tomás descubre su secreto y como un héroe enfrenta a la mujer, logrando liberar a los niños capturados bajo su hechizo.
También se resalta esta característica en “El hambre del esqueleto” de Nilda Lacabe, “El hambre del esqueleto y otros cuentos para quedar sin aliento”, un relato ocurrente, con tintes de humor, aparentemente inofensivo para el lector, hasta el final, en el que el débil esqueleto, que se movía por las noches en busca de alimentos, cansado de las burlas insistentes de dos niños crueles, finalmente les da su merecido. La historia tiene un desenlace que sorprende por el tono narrativo del relato en términos generales.
Temores transmitidos de generación a generación
Lafcadio Hearn, periodista norteamericano, sostenía que los terrores provenían más de un fondo ancestral que de nuestra propia experiencia, los temores se transmiten a través de generaciones y los fantasmas y monstruos son ejemplos de seres que los propagan.
Un cuento muy similar a los que todos hemos escuchado alguna vez, en una ronda de cuentos de terror, con amigos y conocidos, alrededor de un fogón, o alguna noche de tormenta, es “La loca del ático” de María Silva, del libro “La loca del ático y otros cuentos”, novedad de la Colección Macabros, para lectores a partir de los 11 años.
Cuenta la historia de un niño que va a pasar unos días a la casa de su abuela y su tía, donde se rumorea habita el fantasma de una mujer que se encerró en el ático de la casa, hacía muchos años. A pesar del miedo que el pequeño siente, no descubre nada en la casa, pero sí fuera de ella. Un chico con quien había estado jugando al ajedrez toda una tarde, del cual había disfrutado su compañía, resulta ser el fantasma a quien él tanto temía. Las apariencias a veces, engañan.
Para dar otro ejemplo, la misma escritora narra en “El Diario de Aldana B”, la historia de la inquilina de un departamento, Lara, que habitaba junto a un fantasma bueno, en Bogotá, Colombia.
Lo fantástico infunde temor
Tzeton Todorov, crítico y teórico literario búlgaro, se encarga de definir lo fantástico en los cuentos; dice: “ para que un cuento o relato sea fantástico, el mundo de los personajes debe ser un mundo de personas reales donde irrumpen elementos extraños o fantásticos, generando miedos, o abriendo puertas a otros mundos”.
“En fin del recorrido” de Nilda Lacabe, de “El hambre del esqueleto” y otros cuentos para quedar sin aliento , Alejo, un niño, se sube como todos los días en su micro para ir a la escuela, pero no es un día común y algunos pasajeros resultan extraños, especialmente el chofer. El fin de su recorrido resulta ser el cementerio, pero finalmente, el niño logra ver la puerta de su escuela que promete con terminar esa terrible pesadilla que le tocó vivir.
“Nunca vayas a Bahía Macabra” en “ Nunca vayas a Bahía Macabra” y otros cuentos de terror de Fabián Sevilla, es otro relato fantástico, en el que tres niñas visitan una ciudad balnearia en la que aparentemente no pasa nada. En busca de aventuras, se meten en una caverna donde habita un horrible monstruo de arena que se dedica a coleccionar personas que van entrando allí. Una por una caen en la trampa del temible ser, hasta que la última, Adriadna, utiliza su astucia, logra vencer al monstruo, y libera a todas las personas que formaban parte de su colección.
Estos son algunos ejemplos de cuentos de autores argentinos, que se dedican a la literatura destinada a chicos y jóvenes, no obstante, sabemos que siempre, cuando de este género se trata, podemos recurrir a los grandes clásicos universales del género como “Cuentos macabros” de Edgar Allan Poe, Bram Stoker con su inolvidable “Drácula”, las historias de Lovecraft, Oscar Wilde, el gran Dickens, Saki, entre otros, y por supuesto, por qué no mencionar al reconocido escritor argentino Horacio Quiroga, con sus “Cuentos de la Selva”.
Bibliografía:
De Santis, Pablo. “Las narrativas para niños y el género fantástico”. Mundos Fantásticos- Narrativas para la Infancia y la Juventud. FLACSO, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Blog.educo.org: http://blog.educo.org/por-que-tus-hijos-necesitan-leer-cuentos-de-terror/
El Espejo gótico: http://elespejogotico.blogspot.com.ar/2013/12/la-bruja-debe-morir-psicologia-de-los.html
