“Encuentro con Flo” de Laura Escudero: explorando la identidad

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“El tiempo de la espera es espeso como el dulce de leche. Se vierte lentamente y va quedando adherido a su paso”.

(De “Encuentro con Flo”).

Tener 13 años ya representa una dificultad, comienza a despertar la adolescencia y el niño o niña que fuimos va quedando atrás, un mundo nuevo se ofrece para ser descubierto y por lo que es necesario encontrar la brújula que cada uno tiene en su interior.

Julieta es una joven de esa edad, que de repente ve cómo se transforma su vida con la llegada de la abuela Flora, mamá de su madre, quien padece de Alzheimer. Su abuela Flora, desde el momento en que llega al hogar donde viven su mamá Paula, su hermano Nicolás, Sergio, el padre de su hermano y ella, se aloja en su habitación, invadiendo completamente su privacidad.

Flora está perdida en los laberintos de su memoria, por lo tanto, para el resto de la familia, ella es alguien que está sin estar, sólo de cuerpo presente, de gira por un planeta desconocido. Este es el puntapié inicial de la historia que la escritora cordobesa Laura Escudero nos cuenta en la novela “Encuentro con Flo”, para lectores a partir de los 12 años.

Ya desde el título se sugiere al lector que algo bueno va a pasar después de tantos sentimientos y emociones encontradas, un encuentro, un momento donde las personas se conectan de tal forma, que de algún modo salen transformadas.

Flora llega a la casa de Julieta porque su tía Raquel, quien la cuida, está enferma y necesita recuperarse; si bien la primera reacción de la joven es de rechazo, luego empieza a notar algunas similitudes con esa abuela ausente y presente al mismo tiempo.

La novela explora temas como la búsqueda de la identidad, tan propia en la adolescencia, poniéndola en relación con un vínculo tan importante como la de un abuelo. También navega las difíciles aguas del Alzheimer, enfermedad silenciosa que justamente priva de su identidad a las personas que la padecen, con un prosa profunda y poética. Flora es para Julieta un espejo en muchos sentidos, por eso se embarca en la aventura de descubrir quién fue esa abuela en su juventud, a quien llamaban “Señorita Flo”.

“Cuando Julieta miraba a esa abuela lenta como un dinosaurio, y de mirada perdida, le parecía imposible que fuera la misma persona de la que su mamá le había hablado”.

A medida que Julieta va indagando en el pasado de su abuela, a través de cartas viejas que ella misma había escrito a su hermana Anita, no sólo la descubre y construye su vínculo con la anciana, sino que comienza a entenderse más a sí misma.

Escudero, a través de su personaje principal, Julieta, también nos habla de la complejidad de los vínculos familiares: relación padres-hijos, entre hermanos, entre padres, de la falta de comunicación, las cosas no dichas, los silencios y los rencores. Nos habla de los secretos, de las pérdidas profundas y sus consecuencias.

José, nuevo compañero y amigo de Julieta en la escuela, es otro personaje llamativo de la obra, que aparece en su vida en el mismo momento en que lo hace su abuela. Él, a diferencia de Julieta, tuvo una infancia desdichada, padres que lo abandonaron y una abuela ya fallecida que se había hecho cargo de él hasta su muerte. A pesar de ser muy diferentes, Julieta entabla una amistad con él, que los cambiará para siempre.

Las idas y vueltas en el tiempo, a través de las cartas escritas por Flora a su hermana, es un recurso narrativo que sumerge al lector en un tiempo y espacio idílicos, donde la naturaleza, la alegría y la frescura de las almas felices encuentran su panacea. “Ciénaga del Quebrachal” es el lugar elegido por Flora, donde se sentía a gusto, plena, junto a sus abuelos, lejos de la ciudad, de los rígidos modales impuestos por sus padres, e incluso lejos de su hermana Anita, a quien tanto quería.

Escudero habla de eso lugares añorados de la infancia, con cierta nostalgia, que se guardan entrañablemente en la memoria, donde se fue pleno y feliz, como “Ciénaga del Quebrachal” para Flora, y “Cuesta Corral” para José, amigo de Julieta.

Encuentro con Flo”, de Ediciones SM, fue destacada por ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina) en el 2005 en la categoría novela, y además recibió el “Premio Barco de Vapor”. Tiene momentos de gran belleza que enaltecen una trama interesante donde la pérdida y la búsqueda de la identidad son temas centrales, como así también la aceptación de las diferencias entre las personas, para hallar el entendimiento.

Laura Escudero nació en Córdoba, en 1967. Estudió arte y teatro y se recibió de profesora de nivel inicial y psicóloga. Además, trabaja en diferentes proyectos de promoción a la lectura. Ediciones SM publicó también de ella “Heredé un fantasma”.

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