La directora del Teatro Real de Córdoba capital, Coqui Dutto, impulsora de “ Encuentro Infancias Córdoba» visita los barrios de Córdoba para obsequiar ludotecas y audiotecas. EL proyecto tiene como propósito seguir generando políticas públicas sobre contenidos culturales destinados a la Infancia. También ofrece una capacitación en Niñez destinada a docentes, gestores culturales, familias y personas vinculadas al trabajo con niñas y niños desde distintas perspectivas y áreas.
En ese marco, el merendero Carlos de Dios Murias de la Mutual Carlos Mujica de Villa Rivera Indarte, recibió una ludoteca que se compone por una serie de juegos de maderas. Uno de ellos es “El fichin”, que es un metegol simplicado con fichas que deben pasar por un ranura. Otro, “El laberinto vertical” , también con fichas circulares que se mueven con hilos, esquivando huecos y dificultades. En cuanto a la audioteca que recibieron, es una plataforma multimedia, con el acceso a una App (aplicación) con discoteca digital de canciones infantiles y una señal de radio web .
Los juegos son una original propuesta para la niñez que nació en el Teatro Real en el ciclo “Tejiendo Infancias “ con el fin de combinar la actividad artística en un espacio creativo para que chiquilines y jovencitas sean protagonistas de creaciones lúdicas con una perspectiva diferente. Coqui Dutto, durante el encuentro, destacó: “El momento de la infancia es ahora, hay que trabajar por los chicos, escuchando claramente sus necesidades e ideas”.

El evento culminó con una performance que compone el Teatro Estable de Tìteres (T.E.T.) del teatro Real. Los viejos Daniel y Miguel, títeres gigantes, hicieron una breve intervención artística con la gente que se acercó. Gretel Istillarte y Hernán Danza, artistas del T.E.T. impulsaron los muñecos de gran tamaño, logrando una propuesta escénica distinta para el disfrute de todos.
Finalmente , el elenco estable de la Comedia Infanto Juvenil del Teatro Real interpretó “Invisible” una versión libre del cuento “El traje nuevo del emperador” de Hans Christian Andersen, ante un centenar de chicos y grandes que asistieron al salón parroquial de Villa Rivera Indarte.