Los proyectos de radio educativa en las escuelas se han consolidado como una herramienta pedagógica de gran valor, trascendiendo las aulas para convertirse en un vibrante espacio de expresión, aprendizaje y cohesión comunitaria.
Su implementación ofrece una amplia gama de beneficios que impactan directamente en el desarrollo académico, personal y social de los estudiantes. Al participar activamente en la creación de contenido radiofónico, los alumnos mejoran significativamente sus habilidades de comunicación oral y escrita, aprendiendo a estructurar ideas, argumentar posturas y adaptar su lenguaje a diversas audiencias.
El IPEM 348 Gabriel García Márquez de San Antonio de Arredondo (Punilla), actualmente lleva adelante un proyecto de radio que tiene a sus alumnos como protagonistas. Los jóvenes eligen hacer radio como actividad que les permite desarrollar habilidades comunicativas y sociales. Su programa radial se llama Zona 13, y lo realizan desde la escuela.
Cabe destacar que Zona 13 (cuyo nombre fue elegido porque el programa comenzó cuando la mayoría tenía 13 años), no responde a ninguna asignatura, es una actividad extracurricular que se lleva a cabo en la escuela. Se realiza en horario no escolar y tiene que ver con un deseo puesto en práctica de los chicos y chicas, que tienen mucho para pensar, decir y reflexionar.
Víctor Marcellino, docente de la institución y coordinador del proyecto, expresó en diálogo con Qué hacemos ma?!: “Este proyecto nació el año pasado en una jornada de radio abierta que hicimos junto a Villanos radio, con Jorge Boido y Evelina Ramirez. Ya había trabajado con ellos en otras escuelas de Punilla, también en la ex ECI, hoy Facultad de Comunicación de la UNC. Nuestro vínculo de comunicación, acompañando a niños y niñas, viene del año 2016”.
Y agregó: “Este proyecto en particular, es nuevo, surgió después de la radio abierta que sacó al aire Villanos, desde la Plaza de la madre y el niño, en conjunto con el municipio de San Antonio de Arredondo. Salimos al aire con un grupo de estudiantes del IPEM 348. Algunos de esos estudiantes, son ahora los que hacen la conducción del programa. Se sumaron alumnos de sexto año, de quinto también, y la idea es que se sigan sumando de diferentes cursos”.
En cuanto al contenido del programa, Marcellino explicó: “Los estudiantes abordan en el programa algunas temáticas que ven con distintos profes en el aula y brindan noticias locales. Así, la programación se va construyendo de esa manera, con diferentes miradas y voces”.
Sobre el propósito de este proyecto en marcha, el coordinador destacó: “La idea es reivindicar la radio, la expresión radiofónica, el poder apagar un poco la cámara para que no se pierda el acto de imaginar al momento de tener un espacio de creatividad y de difusión. En estos tiempos de tecnologías tan visuales, pareciera que la radio es sólo streaming. Y en realidad no es así. La radio sigue existiendo y es bueno que las nuevas generaciones entiendan la importancia de la radio y su impacto en la comunidad”.
Más allá de lo puramente lingüístico, la radio escolar fomenta el trabajo en equipo, la asignación de roles y la responsabilidad compartida, pilares fundamentales para el desarrollo de habilidades socioemocionales.
Los estudiantes se involucran en todas las etapas del proceso productivo: desde la investigación y redacción de guiones hasta la locución, edición y difusión de los programas. Esta experiencia práctica no solo despierta su creatividad y pensamiento crítico, sino que también los familiariza con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), preparándolos para un entorno cada vez más digitalizado.
En tal sentido, Marcellino, contó: “Los chicos experimentan y aprenden lo que es una preproducción, qué es estar al aire, cómo es el vivo, etc”.
Luego sumó en relación a lo que considera una característica distintiva de la radio como herramienta educativa: “Es un lugar de aprendizaje distinto al resto. Incluso estudiantes que a veces no encajan tanto dentro del sistema y sus reglas, la radio termina siendo un lugar donde las personalidades que se sienten muchas veces incómodas, encuentran su brillo. Ellos y ellas enriquecen mucho el espacio de la radio y brindan una mirada muy distinta y a la vez tienen ganan de compartir sus experiencias. Ganas de hablar de la escuela. Se sienten súper responsables y a veces son quienes más llevan adelante el proyecto, quienes les ponen más pila y se sienten parte del mismo”.
Instrumento para fortalecer la identidad y sentido de pertenencia
Asimismo, la radio se erige como un potente instrumento para fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia a la comunidad educativa. Posibilita el abordaje de temáticas curriculares de una manera innovadora y atractiva, al tiempo que da voz a los intereses, inquietudes y logros de los propios estudiantes.
De este modo, la radio escolar no solo enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que también promueve la participación activa, la inclusión y la formación de ciudadanos críticos, reflexivos y comprometidos con su entorno.
A modo de reflexión, el coordinador, manifestó: “Para mí, la radio, más allá de todo lo que estamos viviendo, a nivel nacional y mundial, en torno a cómo está siendo criticada la palabra, y tan segmentada, sigue sembrando semillas para que las voces quieran continuar animándose a decir lo que sienten, lo que piensan, con respeto, con investigación y argumentación. Y sobre todo, quitándose el miedo del adultocentrismo, que muchas veces se nutre con esos pensamientos: qué me van a decir, o qué nota me van a poner”.
La palabra de una de las jóvenes que participa de Zona 13
Maitena, integrante del grupo radiofónico de Zona 13, expresó sobre su experiencia: “La verdad es que tengo un montón de expectativas con este espacio. Me gusta hacer cosas distintas, probar, moverme, y la radio me parece un lugar re lindo para eso. Me gusta hablar, conocer gente, compartir lo que pienso… aunque también tengo mis momentos de timidez y dudas, como todos. Pero creo que eso también suma, porque me obliga a salir un poquito de mi zona de confort”.
La joven enfatizó su propósito: “Lo que busco en el programa es aprender, expresarme y, si puedo, conectar con los demás. Me gusta la idea de poder decir algo que tal vez a otro le haga ruido, le llegue, o lo haga pensar. Y sobre todo, quiero disfrutarlo. Ser yo misma, sin caretas”.
