El grupo de música infantil Los Musiqueros nace en Buenos Aires en 1985. Actualmente está conformado por Teresa Usandivaras, docente de música, Julio Calvo, flautista, guitarrista e inventor de los instrumentos no convencionales que tuiliza el grupo y Pablo Spiller en percusión y cuerdas. Entre sus discos figuran Con todos los ritmos, Carí caracuá (Premio ACE mejor CD infantil) Canciones colgantes Pequeño Romance de Barrio y su último trabajo, Ronda. En entrevista con Qué Hacemos má?!, Los Musiqueros hablaron sobre el rol de la música en sus infancias, acerca de su último CD Ronda y del proyecto que están llevando adelante en hospitales.
QHM:- ¿Qué lugar ocupó en la infancia de cada uno de ustedes, la música?
TU:- La música en nuestra infancia tuvo un rol fundamental, pertenecemos a familias en las que la música circulaba cotidianamente. En mi caso-dice Teresa-, me inculcaron desde muy chiquita el aprendizaje de la música. Estuvo y está muy presente en mi vida y en la de mis 11 hermanos a través del canto, de tocar instrumentos, del baile, de pasarla bien con ella.
JC:- En mi caso el acercamiento fue diferente, pero igual de potente. En casa la radio siempre estaba encendida, se escuchaba rock y tango, música clásica y folklore, pasaba de Los Beatles a Gardel, de Bach a Yupanqui. Sin duda toda esa escucha me nutrió profundamente. Luego, el placer de cantar me permitió un nuevo y diferente acercamiento, y por último mi condición de curioso incansable me llevó a experimentar con materiales y los objetos y sus posibilidades de producir sonido. Siempre desde la emoción y desde la concepción de que la música es un vehículo para acercarse a los otros, para estar con otros, para compartir.
QHM: -¿Qué similitudes y diferencias encuentran entre las propuestas musicales infantiles actuales y las de su infancia?
TU:- Hay más propuestas musicales ahora que en nuestra infancia, hay muchos más grupos dedicados a ella, lo que implica una valoración de ese público. El MOMUSI (Movimiento de Música Infantil) es fundante en esta valoración de la que hablamos. Hay cada vez más variedad en las propuestas, y con ello aumenta la posibilidad de elegir, siendo los padres y los maestros quienes tienen un rol fundamental generando dicha posibilidad.
QHM:- Trabajar para y con niños es una tarea que conlleva mucha energía, pero a la vez, nos retroalimenta continuamente. Durante todos estos años como músicos abocados a la infancia, ¿Qué cosas o experiencias pueden rescatar como aprendizaje o retroalimentación del público infantil?
JC:– Es cierto, nuestro trabajo demanda energía y predisposición constante, pero simultáneamente recibimos lo mejor. Tanto de los chicos, como de los adultos que los acompañan de manera muy activa o de las personas que asisten a nuestros talleres. Para nosotros, este trabajo es una usina de idas y vueltas. Los chicos son tan espontáneos y receptivos que nos obligan a estar muy atentos a lo que ofrecemos. Cabe la expresión “se merecen lo mejor” ya que es una edad, en que las experiencias artísticas y educativas, dejan profundas huellas.
QHM:- Dentro de su último CD Ronda (2011), se encuentra La niña de mis sueños, tema compuesto por niños de 9 a 12 años. ¿Cómo fue ese proceso?
TU:– La niña de mis sueños es una canción creada por un grupo de 5 chicos que asistían a mis talleres de Iniciación musical. Parte importante de la actividad consistía en componer canciones. El grupo proponía temas que íbamos anotando en un papel y al final se seleccionaba uno, por votación de la mayoría. Una vez elegido el tema, proponían frases y una vez más, se elegía entre todos la que quedaría. Se preocupaban por las rimas, se reían mucho de cómo se iba armando y una vez que terminaban el texto, elegían qué tipo de música llevaría: movida, tranquila, triste, etc. Entre todos íbamos armando las distintas estrofas hasta terminar toda la canción. El hecho de ser una creación de ellos, posibilitaba cantarla innumerables veces sin cansarse y siempre con renovadas energías y con un alto grado de pertenencia.
QHM:– Actualmente están llevando adelante el “Proyecto Cultura y Salud Red Nacional de Músicos en Hospitales”, en el Hospital Garrahan, ¿Cómo resulta esa experiencia?
JC:– El trabajo de Cultura y Salud es una experiencia conmovedora. Es la música viva en hospitales. Nació a partir de la convocatoria que nos hace el H. Garrahan, en el año 2011. Ellos venían articulando con Musique et Santè, Asociación Francesa que lleva adelante una tarea similar en muchos países de Europa. Esta tarea implica una conexión especial con cada niño a través de la música. Un acercamiento respetuoso de las circunstancias y respetuoso de lo que cada niño tiene derecho a disfrutar. El Derecho a la música, en este caso. La tarea no se limita solamente al trabajo en el H. Garrahan. Estamos armando una Red Nacional de Músicos en Hospitales con el apoyo de Fundaciones. Empezamos por Buenos Aires y Córdoba y queremos formar equipos de músicos en todo el país. Esto requiere de mucho apoyo, tanto del Estado como de Fundaciones u Organizaciones que quieran sumarse a la tarea.
QHM:– Y por último, ¿planes, proyectos para el año que comienza?
JC:– Además de los conciertos habituales que realizamos en todo el país, afortunadamente este año llevaremos nuestra música a Festivales de Musica para niños de Colombia, México y Guatemala.
A todo esto le sumamos el trabajo en los Hospitales, ya que a pesar de ser los Directores del Proyecto, nunca nos alejamos de la tarea concreta, del vínculo personal y directo con los chicos. Nosotros vamos a las habitaciones donde los chicos están internados, nosotros hacemos música para ellos, para cada uno. Lo que en ese momento sintamos que ese niño necesita, ya sea para aliviarse, para sonreír, para lograr dormir, para compartir una emoción, para recordar, para proyectarse.
Instrumentos no convencionales, como globos o una pava, se mezclan con historias, rimas y cuentos al ritmo de una chacarera, vidala, jota o murga para dar como resultado, un show en donde música y creatividad se dan la mano para invitar a disfrutar a chicos y grandes. ¡Quedan todos invitados!
