La experiencia de «Convivientes»: el grupo de teatro adolescente de la escuela Mantovani en el Festival «Vamos Que Venimos (VQV)»

0
1330

Los primeros días de octubre se llevó a cabo en Buenos aires, Vamos Que Venimos (VQV), el Festival Mundial de Teatro Adolescente que se hace todos los años y que ya se convirtió en un clásico.

En muchas ocasiones se presentaron espectáculos internacionales de jerarquía y sus hacedores, con la actriz, directora y docente Cecilia Ruiz organizando, trabajan todo el para poder concretarlo.

La de este 2011 fue la onceava edición del VQV que contó con la presencia de veintiún elencos de la Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Ecuador, Colombia y México.

Además hubo funciones, talleres a cargo de prestigiosos profesionales, todos fueron gratuitos al igual que las otras instancias del certamen. También contó con un jurado de lujo compuesto por Julia Calvo, Gerardo Chendo, Luisa Kuliok, Maite Lanata, Marina Glezer y Ciro Zorzoli.

La presencia de Córdoba

Córdoba tuvo su presencia destacada en Vamos Que Venimos.  El grupo elegido para participar en tan importante certamen fue el de la Escuela Nueva Juan Mantovani que puso en escena la obra “Si el mundo es un escenario, la identidad no es más que un disfraz”.

En relación a la propuesta, Melina Cantarella Achával (16 años), de cuarto año del Mantovani, comentó a Qué hacemos ma?!: “Es una obra que trata las distintas problemáticas sociales que nos atraviesan a les jóvenes hoy en día. Trata sobre las miradas de les demás y los puntos de vista y prejuicios y distintas cargas sociales que se depositan sobre las personas, modifican a les adolescentes y les hacen dudar de sí mismes. Constituyen una inseguridad muy grande en nosotres. La obra cuenta la historia de una chica adolescentes a la que distintes amigues le cuentan, según su punto de vista, acerca del rompimiento de una pareja, cómo supuestamente fue para elles”.

 Por su parte, Ignacio Figueroa, actor, dramaturgo y director de teatro contó cómo fue que se dio la participación de los alumnos del Mantovani en el festival: “Fui invitado por los docentes del Matovani, por la profesora Andrea Montiel y otros, para compartir mis obras de teatro, las que escribí en el grupo Bulubú, durante los últimos 5 años. En mi caso trabajé con Gonzalo Marull para escribir. Las docentes me pidieron mis obras, estuvieron abordándolas en el aula, y el año pasado armaron semimontados de las obras”.

Y continuó: “Esas obras entusiasmaron muchos a los alumnos de tercer año del secundario, y el año pasado formaron dentro de la escuela el grupo Conviviente. Crearon una obra sobre la identidad de los adolescentes llamada Si el mundo es un escenario, la identidad no es más que un disfraz ”.

El año pasado, los chicos y chicas de Conviviente ganaron con su obra el Intercolegial de teatro para adolescentes que organiza la ciudad de Córdoba en el CPC de Argüello, todos los años. Esto hizo que fueran los únicos seleccionados de Córdoba para participar del Festival Internacional Vamos Que Venimos (VQV).

Apostando por el talento joven

Vi las obras de los chicos antes de que fueran a Buenos Aires,  hicieron un proceso increíble. La obra es de ellos. Ver cómo trabajaron estos chicos y chicas y cómo se comunican a través del teatro es realmente una experiencia digna de contar”, valoró Ignacio Figueroa.

El público y su respuesta

Durante el festival, los jóvenes aseguran que el contacto con el público fue muy amoroso. “Nos retroalimentamos un montón porque se súper emocionaron con la obra. En todas las devoluciones que nos hacen, nos dicen que se sienten muy identificades con muches personajes. Las situaciones que le suceden a la protagonista permiten hacer una crítica al sistema educativo y sus exigencias” , comentó Melina Cantarella Achával e hizo hincapié en que les gusta mucho escuchar lo que les pasa a las personas con la propuesta.

“Queremos seguir creciendo con esta obra. Queremos llevar nuestro mensaje a cada vez más personas. En lo personal, es un gran aprendizaje. Uno va creciendo con la obra, aprendiendo de los foros, y de la devolución que hace la gente”, contó Yamila Murias de 16 años.

El teatro como herramienta para la transformación

Los jóvenes coinciden en que el teatro para ellos fue un gran descubrimiento. Una herramienta con gran poder de llegada a los otros. “Creemos que el arte es una herramienta súper poderosa para hacer preguntas a la gente, compartir puntos de vista y lograr importantes transformaciones sociales que necesita la sociedad”, opinó Melina.

Piensan además que arriesgarse haciendo teatro donde sea y según las circunstancias, es un gran desafío. “Hacemos un teatro que se adapta a lo que sea, nos arriesgamos a formas no convencionales, por eso queremos hacer esta obra en otros colegios y otros lugares”, expresó Florencia Capitaine, de 16 años.

Ya enfocándose en lo personal, Yamila Murias, manifestó: “Para mí el teatro fue fundamental para crecer junto a otros, aprender de la interacción con otros. El personaje que yo interpreté me permitió un autoconocimiento que no tenía de mí misma. Me di cuenta del poder que tengo y todo lo que se puede lograr a través de una obra de teatro. Entendí que tengo capacidad de transformación, mi propia voz, y me ayudó a incrementar mi autoestima, que me hacía falta”.

Aprendizajes

Según cuentan los chicos y chicas, el punto de vista de los adultos en el proceso de la consolidación de la identidad de los jóvenes, también es un tema que se pudo tratar en profundidad a partir de esta obra.

“Les adultes se sintieron identificades con estas violencias. Dijeron haberlas padecido en su momento y eso fue importante para nosotres”, destacó Melina Cantarella Achával.

“El público nos ayudó mucho para la obra. Me hizo dar cuenta las diferentes perspectivas, de la diversidad”, dijo Yamila sobre uno de los aspectos claves de la experiencia.

A nivel  artístico y técnico, los chicos también crecieron junto a la obra. “Descubrimos diferentes técnicas teatrales y vimos cómo reaccionan los diferentes públicos”, comentaron.

Por último, Agustín Kabusch, de 17 años, fue contundente: “Es una experiencia única. El teatro nos une, nos lleva más allá, nos permite resistir. Formar parte del grupo nos llena totalmente, es un momento de liberación. Nosotros también mejoramos como personas al hacer teatro”.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here