Leer en vacaciones: “Compartir tiempo leyendo con chicos va más allá de la literatura”

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Terminan las clases y el tiempo libre de los niños comienza a rondar en la casa como gato buscando comida. Los libros siempre son una buena opción, pero frente a ellos se encuentran dos grupos de chicos:

Los que relacionan los libros indefectiblemente con la escuela y no quieren saber nada: ¡Ni loco agarro un libro! y aquellos que los consideran como algo de lo que se puede disfrutar, porque justamente no es necesario hacer tarea después de leer. A ellos les encantará ir a alguna biblioteca y elegir a gusto y placer unos cuantos ejemplares para leer en vacaciones. Los más pequeñines, aunque no sepan leer, también disfrutan mucho el hecho de revolver estantes y escoger los más lindos para que les lean en casa. El préstamo de libros es una gran ventaja de las bibliotecas, y es una buena oportunidad para conocerlas. Todas tienen una sección de literatura infantil, incluso algunas como la de CEDILIJ que se especializan en ella.

A los chicos del primer grupo podemos engancharlos con las historietas, hoy en día hay más variedad de la que se imaginan, desde Chanti que con su humor de lo cotidiano enamora a grandes y chicos, hasta los cuentos de Egar Allan Poe que rebasan de misterio en una seguidilla de viñetas e ilustraciones.

Quizás no les guste leer a algunos niños, pero siempre les gusta que les lean. De acuerdo a la edad, se pueden elegir cuentos cortos o un capítulo de alguna novela de esas aventureras que nos mantienen en vilo. Son semillas que vamos sembrando, algún día los veremos enfrascados en un libro, abstraídos del mundo.

Aún así siempre están los que tampoco caen en nuestras redes y nos dejan el corazón roto y el libro en la mano diciendo “no quiero que me leas”. Para ellos podemos recurrir a un engaño bienintencionado, decirles que debemos practicar lectura en voz alta para una presentación en el trabajo o lo que sea, y que por favor nos escuche para decirnos en qué podemos mejorar, sólo leemos algunas páginas hasta que la cosa comienza a ponerse interesante. Créanme que hay lecturas que atrapan de tal manera que luego es una necesidad saber en qué terminan… y no queda otra que seguir leyendo. Y así se descubre que los libros y la escuela no son la misma cosa.

Otra muy buena opción que no se tiene mucho en cuenta son los CDs, los de Luis María Pescetti  son ejemplos brillantes, no sólo tienen canciones desopilantes, también chistes y relatos divertidísimos. Mi experiencia fue ponerlo en el auto durante un viaje y el trayecto se hizo mucho más ameno y durante el tiempo que duró el CD, no apareció el famoso “¿falta mucho? ” Luego en una librería decidieron comprar un libro de Pescetti, una cosa lleva a la otra.

Rubén López también ofrece sus CDs de cuentos, estos son sólo narraciones pero no de los cuentos que conocemos todos, y eso es lo atractivo, escuchar historias nuevas en la voz de un narrador extraordinario. Canticuénticos es otra de las opciones que nos hacen disfrutar de la unión de música y palabras.

Tenemos que hacer que nuestros hijos disfruten de las historias que habitan en los libros, encontrar la manera pero no obligarlos a leer porque eso generará un rechazo hacia éstos.

Tengamos en cuenta también que ellos esperan que en las vacaciones seamos nosotros quienes dispongamos de más tiempo para compartir. El placer por leer es un hábito que se genera desde la cuna, la voz de quien lee está ligada al amor y no importa que ya hayan crecido y sepan leer solos, compartir leyéndoles, va más allá de la literatura.

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Analía Juan
Mamá de Mateo, un angelito que la cuida, y de María Celeste y Ana Victoria; gracias a ellas descubrió el camino de la literatura infantil, fue poner un pie y ya no quiso salirse de esa senda. Cree profundamente en el potencial creador de los niños y siente que leerles cuentos y poesías es otra forma de acariciar. Escritora, docente y Coordinadora de Talleres de Literatura para niños y adultos en Jesús María y Colonia Caroya, Córdoba, Argentina. Como Coordinadora de talleres literarios para chicos, ha conseguido que sus alumnos se destaquen, obteniendo en varias oportunidades primeros puestos en concursos nacionales como el destacado Concurso Literario Nacional “¿Quién apaga las estrellas?” del Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.

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